Gondwana, Antonia
El
amor es la realidad de Dios, es su ser más profundo. El amor lo llena todo y lo
abarca todo. Palpita en la creación entera, en las relaciones humanas, en una Iglesia, en el arte y cómo no en la música. Por
eso no resulta extraño descubrir
a diario como el amor es uno de los temas más recurrentes en la música
de siempre; en esa canción que suena en el colectivo, en el hit que tocaron en la fiesta o en la radio que escuchamos a todo volumen al pasar por
una construcción. Y no es un amor cualquiera, sino que la mayoría de estas
canciones hablan del amor a un tú: a una mujer o marido, a un hijo o a una
hija, a papás, abuelitos, etc. ¡Cómo no aprovechar entonces para cantarle a
Dios a través de tanta música! Siempre están allí, como una gran oportunidad de
hacer oración, como una invitación constante a dejar que ese Amor de Dios
que todo lo sostiene y fundamenta resuena en el corazón a través de una
canción. No se trata de redireccionar todo a Dios y “despojarse” de lo humano,
en ningún caso, el amor humano está en plena armonía con el de Dios. Pero este blog es una invitación a eso otro, un llamado a
tratar de descubrir precisamente a ese Dios personal en medio de las cosas del mundo, y en
concreto, en medio de la música.
Antonia fue escrita por Alexis Cárdenas, el baterista de Gondwana, dedicada a su hija. Es una canción hermosa que cualquier papá le puede cantar
a su niña querida, o un marido a su mujer, etc. Pero buscando el Dios que resuena, para mí desde hace muchos
años que Antonia se ha convertido en una tremenda oportunidad para expresarle
mi amor a la Madre del Señor. Escúchenla, hagan la prueba… verán como calza así
perfectito.
Nada más parafrasear un par de versos que me gustan especialmente… “Busco siempre en
ti, Madre querida, porque en ti descubro siempre tu mirada firme y cálida que
me sostiene… Tu sol me alumbra, ese sol que es el resplandor del sol de Cristo,
me alumbra y da calor, y hace crecer la vida que hay en mí… Te miro y veo todo,
con tanta nitidez, ¡tu Dios es el de todos!, el de todos los hombres, el de la
Misericordia infinita, el Dios vivo que es tu hijo que me traes cada día,
¡dulce esperanza!, María, ¡en ti confío!
Y finalmente compartir el verso que más me toca, “y te doy todo mi amor, y quiero todo tu amor”. ¡Que linda
manera de comprender el vínculo con la Virgen María! Porque el lugar de la
Virgen María no se reduce a pedir su intercesión, ante dificultades, cuando nos
vemos necesitados. María está allí para ayudarnos, pero también para mucho más,
está allí para enseñarnos a amar, para mostrar a Jesús a través de su mirada. Y
este verso da cuenta un poco de eso. “Le doy mi amor y ella me da el suyo”, es
un vínculo, una relación, un caminar juntos, es un intercambio de vida.
Así
es que hagan la experiencia de rezarle a la Virgen con Antonia. Rebauticemos
esta canción por un momento y pongámosle María… tengamos presente que el amor a
ella nos garantiza un vínculo con Cristo vital y no con una idea del Señor… y
cantémosle con fe hoy y cada día de nuestras vidas, “¡mi cariño, eres la razón,
de todo lo bendito que hay aquí!”
ANTONIA
Tú, amor, mi vida estoy amandote tu sol me alumbra para darte calor Este mundo esta esperándote en tu sonrisa mi corazon se llena hoy Mi cariño eres la razón de todo lo bendito que hay aqui No habra fuerza que sea capaz hoy Dios está contigo para siempre para amar lo busco siempre en ti... amor mi vida estoy amándote tu sol me alumbra para darte calor Ay dulce esperanza te quiero desde siempre ya no puedo estar sin ti no ohh no y te doy todo mi amor y quiero todo tu amor... y te doy todo mi amor y quiero todo tu amor... Te miro y veo todo con tanta nitidez tu Dios es el de todos... dulce esperanzaaa Y te doy todo mi amor y quiero todo tu amor... y te doy todo mi amor y quiero todo tu amor.. |
Nunca había hecho el ejercicio y en realidad calza muy bien... Gracias por tu entrada!
ReplyDeletePd: te corrijo, eso sí, que la canción fue compuesta por Alexis Cárdenas, el baterista, a su hija (incluso canta una estrofa).
Que bueno que te sirva Pollo! Me alegro en verdad...
DeleteY gracias por la corrección! Lo modificaré. Un abrazo!