The Police, Every breath you take
Es asombroso pensar cómo nos ama Dios, con qué cariño, con qué intensidad. Es realmente sobrecogedor experimentar su predilección, su presencia verdadera. Hay noches en que salgo a caminar por el parque cerca de casa, en medio de una neblina tan densa que pareciera atrapar el tiempo, y allí, como flotando en el silencio, dispongo el corazón, levanto la mirada, y descubro siempre de nuevo la cálida mirada del Señor que me ama con su pasión infinita. Es ése amor el que resuena para mí en Every breath you take. El amor de un Dios Padre, el amor de Dios en su eterna predilección.
Es una linda experiencia cantar esta canción como si se tratara de un canto de Dios a nosotros, a todos y cada uno. Así, a lo largo de la canción, es como si Dios fuera enumerando los distintos momentos de nuestras vidas que acompaña, "respiraciones, movimientos, pasos, palabras, juegos", y ante esas acciones cotidianas, nos responde, "te estoy mirando". Y no sólo mirando, podríamos decir, sino que con certeza, "te estoy acompañando, guiando, cuidando", en definitiva, "te estoy amando".
Entre las instancias que recorre la canción, llaman especialmente la atención aquellas que hablan de cierta ruptura o distanciamiento, cuando por ejemplo habla acerca de "cada promesa que rompes, cada paso que tomas, cada lazo que quiebras". ¡Somos nosotros, que en nuestra libertad, por momentos nos distanciamos! Y la respuesta que da Dios es aún más interesante, porque podríamos decir, "sí, a Dios le duele ver como a veces nos alejamos de Él". Dios llega incluso a "sufrir" por nosotros, por nuestros desaires, por tantas veces en que le damos la espalda y nos alejamos de sus brazos. Por eso nos dice, "Oh, ¿acaso no puedes ver?, tú me perteneces. ¡Mi "pobre" corazón se duele, con cada paso que te aleja!".
El tema del sufrimiento en Dios es una pregunta que me ha dado vuelta muchas veces. ¿Puede acaso el Dios todo poderoso y eterno sufrir? Es una pregunta muy compleja, que ha dado lugar a muchas discusiones y reflexiones. Una cosa clara desde la teología es que la naturaleza divina no puede padecer, pero entonces ¿cómo es que Dios se compadece, cómo "funcionan" esas entrañas de misericordia?
En todo caso, sí puedo afirmar que Jesús lloró y se compadeció al ver sufrir a su gente por la muerte de Lázaro (Jn 11, 34). ¡Qué amor más grande y cercano nos revela esa actitud, ese gesto tan humano y tan divino que es la compasión! Y que hermoso es descubrir que ese mismo Cristo de entonces está también hoy cuidando nuestros pasos, palpando cada respirar, amándonos, y por qué no decir también, tal como dice la canción, "doliéndose" de amor por nosotros, sus hijos predilectos.
Es una linda experiencia cantar esta canción como si se tratara de un canto de Dios a nosotros, a todos y cada uno. Así, a lo largo de la canción, es como si Dios fuera enumerando los distintos momentos de nuestras vidas que acompaña, "respiraciones, movimientos, pasos, palabras, juegos", y ante esas acciones cotidianas, nos responde, "te estoy mirando". Y no sólo mirando, podríamos decir, sino que con certeza, "te estoy acompañando, guiando, cuidando", en definitiva, "te estoy amando".
Entre las instancias que recorre la canción, llaman especialmente la atención aquellas que hablan de cierta ruptura o distanciamiento, cuando por ejemplo habla acerca de "cada promesa que rompes, cada paso que tomas, cada lazo que quiebras". ¡Somos nosotros, que en nuestra libertad, por momentos nos distanciamos! Y la respuesta que da Dios es aún más interesante, porque podríamos decir, "sí, a Dios le duele ver como a veces nos alejamos de Él". Dios llega incluso a "sufrir" por nosotros, por nuestros desaires, por tantas veces en que le damos la espalda y nos alejamos de sus brazos. Por eso nos dice, "Oh, ¿acaso no puedes ver?, tú me perteneces. ¡Mi "pobre" corazón se duele, con cada paso que te aleja!".
El tema del sufrimiento en Dios es una pregunta que me ha dado vuelta muchas veces. ¿Puede acaso el Dios todo poderoso y eterno sufrir? Es una pregunta muy compleja, que ha dado lugar a muchas discusiones y reflexiones. Una cosa clara desde la teología es que la naturaleza divina no puede padecer, pero entonces ¿cómo es que Dios se compadece, cómo "funcionan" esas entrañas de misericordia?
En todo caso, sí puedo afirmar que Jesús lloró y se compadeció al ver sufrir a su gente por la muerte de Lázaro (Jn 11, 34). ¡Qué amor más grande y cercano nos revela esa actitud, ese gesto tan humano y tan divino que es la compasión! Y que hermoso es descubrir que ese mismo Cristo de entonces está también hoy cuidando nuestros pasos, palpando cada respirar, amándonos, y por qué no decir también, tal como dice la canción, "doliéndose" de amor por nosotros, sus hijos predilectos.
EVERY BREATH YOU TAKE
Every breath you take And every move you make Every bond you break, Every step you take I'll be watching you Every single day And every word you say Every game you play, Every night you stay I'll be watching you Oh, can't you see? You belong to me How my poor heart aches With every step you take Every move you make Every vow you break Every smile you fake, Every claim you stake I'll be watching you Since you've gone I've been lost without a trace I dream at night, I can only see your face I look around, but it's you I can't replace I feel so cold, and I long for your embrace I keep crying baby, baby please, Oh, can't you see? You belong to me How my poor heart aches With every step you take Every move you make Every vow you break Every smile you fake, Every claim you stake I'll be watching you Every move you make, Every step you take I'll be watching you I'll be watching you | Cada respiro que tomas Y cada movimiento que haces Cada lazo que rompes, Cada paso que das Yo te estaré mirando Cada día Y cada palabra que dices Cada juego que juegas Cada noche que te quedas Yo te estaré mirando Oh, ¿acaso no puedes ver? Tú me perteneces Cómo duele mi pobre corazón Con cada paso que das Cada movimiento que haces Cada promesa que rompes Cada sonrisa que finges Cada demanda que clavas Yo te estaré mirando Desde que te has ido yo he estado perdido sin un rastro Sueño a la noche, sólo puedo ver tu cara Miro alrededor, pero a ti no te puedo reemplazar Me siento tan frío y anhelo tu abrazo Me mantengo llorando cariño, cariño por favor, Oh, ¿acaso no puedes ver? Tú me perteneces Cómo duele mi pobre corazón Con cada paso que das Cada movimiento que haces Cada promesa que rompes Cada sonrisa que finges Cada demanda que clavas Yo te estaré mirando Cada movimiento que haces Cada paso que das Yo te estaré mirando Yo te estaré mirando. |
Comments
Post a Comment