Bon Iver, Perth
Bon Iver es una
banda muy poco conocida por estas latitudes, y sin embargo, su nombre en la
escena de la música independiente está dando que hablar cada vez más. Su disco
homónimo, “Bon Iver, Bon Iver”, que
significa buen invierno en francés y fue lanzado intencionadamente un 21 de
junio, es a mi juicio una obra maestra (ganó el Gramy al mejor álbum de banda
independiente en el 2012). Lo descubrí hace tan solo un par de meses y con poco
tiempo dando vuelta ya se hizo un lugar privilegiado entre mi música.
Perth
es el nombre de una ciudad australiana y también es el nombre de la canción de este disco que más me
enganchó, con una música de tintes épicos y sonidos envolventes. Tratando de penetrar en el significado que Justin Vernon (compositor y vocalista) quiso dar a esta canción, diría que el tema que desarrolla es la muerte de un ser
querido o quizás la ruptura en una relación sentimental, en todo caso, en
ambas opciones se mantiene esa categoría de “pérdida” como tema central. En este
sentido, me parece que podría parafrasearse la primera estrofa de la siguiente
manera: “estoy destruyéndome, desmoronándome, rompiéndome a través de tu cara, desgarrándome
al evocar la imagen de tu rostro. Y muevo el polvo que flota en medio de la luz,
esa materia densa que oculta todo, para ver si descubro allí una vez más la
belleza de tu nombre, pero no, sigues sin estar y este lugar pierde toda
realidad, este lugar se vuelve falso, sigo como dormido… pero de pronto me
levantan, me hacen levantar”
Y alllí viene la
sencilla y potente frase del estribillo que realmente lo levanta todo, la frase
que da sentido a esta entrada. Tan solo cinco palabras, “still alive who you love”… sacadas de las profundidades del
corazón, con dolor y esperanza… “still alive who you love”, es decir, “sigue vivo quien tu amas”. Y me
quedé meditándolas… primero, pensando en tantas personas que llevo en el corazón y que han
partido… mi abuelita Martu, el hijo de doña Tere y Johny, los primeros que surgieron. “¡Qué lindo es saber que volveremos a vernos!”, pensé al tiempo que dejaba iluminar esta realidad casi absurda de la muerte
por la inmensurable luz del Evangelio, por la luz de mi Señor Resucitado. Y
también pensé, “¡qué hermoso percibir cómo las personas que uno ama siguen
vivas y presentes en el propio corazón, acompañándonos, inspirándonos!” Sí… la
muerte no tendrá la última palabra sobre ninguno de ellos y el amor hace verdaderamente que alguien que
no está, esté aquí y ahora.
Pero de pronto la
frase tomó un nuevo rumbo. ¿No es el amor acaso lo que me mantiene vivo a mí, no en
el sentido biológico, sino que verdaderamente vivo? Recordé entonces a Viktor
Frankl y su afirmación de que lo que lo mantuvo con vida en el campo de
concentración fue la certeza del amor de su señora, o al mismo José Kentenich
que en Dachau se experimentó sostenido por el amor de tanta gente que rezaba y
se unía a él. Del mismo modo yo puedo decir, ¡esa ha sido mi experiencia!... es el
amor de Dios lo que me da vida, es el
vínculo profundo con Cristo y con su Madre lo que me sostiene a
diario. Y también, de manera especial, me sostiene el “Dios de amor” que se hace vida en el amor humano.
El lugar que mi familia y amigos me dan en su corazón es un verdadero anclaje
existencial, es en cierto sentido lo que “me da vida” cada día, cada hora. Tal
como Bon Iver dice, yo también lo puedo decir, “sigo vivo por el amor” que
otros me tienen. Es maravilloso descubrir como Dios quiso hacernos parte de su
capacidad creadora, como el Señor cuenta con nosotros para llevar a cabo su
plan de amor. ¡Qué responsabilidad más grande y alentadora tenemos en nuestras
manos! Estamos llamados a “dar” vida verdaderamente, a sostener la existencia
de tantos al darles un lugar en nuestro corazón.
Hagamos la
experiencia entonces, tratemos de rezar con Perth,
sobre todo en la frase del estribillo, y hacer oración, rezando por aquellos que ya partieron al encuentro de Dios, agradeciendo por
aquellas persona que nos “dan vida" al regalarnos su amor y también
valorando y descubriendo cómo somos nosotros hogar y sustento para tantos. Como
decía San Juan de la Cruz, “el que no ama está muerto”, y sin duda que podemos
agregar que el que no es amado, también muere. ¡A regalar vida entonces, a
regalar amor en nombre de Dios!
PERTH
PERTH
Iʼm tearing up, acrost your face
move dust through the light
to fide your name it’s something fane this is not a place not yet awake, I’m raised of make
still alive who you love (x3)
in a mother, out a moth
furling forests for the soft gotta know, been lead aloft so I’m ridding all your stories what I know, what it is, is pouring – wire it up! you're breaking your ground | Me estoy rompiendo, a través de tu rostro mover el polvo en medio de la luz
para encontrar tu nombre
es algo como un templo este no es un lugar aún no despierto, soy levantado de hacer
sigue vivo quien tu amas (x3)
en una mamá, desde una polilla
bosques enrollándose a lo suave tiene que saber, dejarse llevar a lo alto así que me estoy deshaciendo de tus historias lo que sé, lo que es, está derramando – conéctalo! estás rompiendo tu piso |
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