Eddie Vedder, Society
http://www.youtube.com/watch?v=TMUYHRCTDlk
http://www.youtube.com/watch?v=TMUYHRCTDlk
La canción de esta entrada pertenece a la banda sonora de Into the Wild, compuesta por el vocalista de Pearl Jam Eddie Vedder. Con una buena mezcla entre folk y rock, este disco es uno de esos en que se logra cierta unidad musical y temática entre todas las canciones. Hay algo genial en él. De alguna manera consigue acompañar la búsqueda existencial plasmada en la película, logra transmitir sentimientos y experiencias; la intuición de una esperanza que conduce , la resignación y desesperación en medio de la soledad, el anhelo profundo e irrenunciable de libertad, la lucha por una vida verdadera, el anhelo de trascender como realidad última del ser humano.
En medio de este entramado nos encontramos con Society, canción que evoca amplitud y horizontes abiertos, y que explicita a la vez una de las cuestiones centrales de la película: el mundo está atrapado en el consumo y no tiene vuelta atrás, por lo que es necesario retirarse, escapar de la sociedad y buscar una vida verdadera lejos de la vorágine actual que se nos impone.
La canción plantea una crítica al cómo se vive en nuestros días . La sociedad es aquí el tema. “Es un misterio para mí - comienza diciendo, tenemos una codicia, con la que hemos acordado, crees que tienes que tener más de lo que necesitas, y hasta que no lo tengas todo no serás libre”. Creo que su diagnóstico es bastante acertado.
Es que uno percibe con bastante nitidez esa ilusión del “tener” instalada en la sociedad, como si fuera allí donde se diera la libertad, donde mágicamente aparece la vida buena. Hay latente un deseo de poseer que no se acaba, que se extiende como espiral sin fin. Es realmente un misterio también la pasividad complaciente con que enfrentamos realidad. Obedecemos medio embobados lo que dictan los centros comerciales y sus ofertas, el nuevo modelo de zapatillas o el último Ipod. Podemos también acusar la sociedad de otros pecados, ponerle otros ingredientes que nos sean más cercanos. El ritmo frenético de ciudades sobrepobladas, la contaminación que se hace a veces insufrible, la indiferencia y odiosidad con que unos viven al lado de otros, la explotación y la desigualdad de tantos que viven marginados. En todo caso, la canción se centra en el consumo. Y ese es el acento con el que me quiero quedar por ahora.
Podríamos decir ahora, "hasta aquí vamos bien con el diagnóstico", aun cuando es claro que la realidad que describe la canción no toma en cuenta todo lo bueno que hay en el mundo.
Pero vamos parcialmente bien, porque resulta que ahora el amigo Vedder (o podríamos decir el amigo Alex Supertramp, protagonista de la película), ha decidido irse: “sociedad, ojalá no te sientas sola sin mí … cuando uno tiene más de lo que cree, necesita más espacio”. Este mundito no tiene vuelta. Si cada uno se rasca con sus uñas por tener más, yo me voy con las mías a encontrar mi propio lugar de paz. Pero no existe la paz sin el amor, y no hay amor sin otros con los cuales compartir y caminar, no hay capacidad de trascender y de llenar de sentido la vida volviendo la espalda al dolor humano. De acuerdo, ¡tenemos mucho más de lo que creemos!, pero el espacio para ello necesita ser hecho primeramente en el propio corazón.
Así es que nos sumamos al “descontento” de la canción. Pero ese descontento no puede redundar en una huida. No sólo nos hace bien, sino que es necesario mirar críticamente la realidad. Sin embargo, el descubrir un mundo al que se le escapa el amor no puede nunca entenderse como un llamado al autoexilio. El ejercicio del amor, fundamento de la vida cristiana, se hace de cara a la realidad. Un cristiano que acepta pasivamente la realidad no ha comprendido el llamado que el Señor nos hace a ser sal y fermento. No podemos tragarnos simplemente la sociedad como viene dada. Aprender a transformarla, saber qué es lo que quiero, qué elijo yo, y no dejar que las estructuras decidan por mí. Estamos llamados a hacer presente a Dios en nuestro mundo y nuestro lugar para hacerlo es Cristo. El desafío es construir una sociedad que es primeramente misericordia y no castigo, amistad y no individualismo, solidaridad y no competencia, perdón y no rencor. La película, en todo caso, llega a una conclusión similar. La búsqueda solitaria no lleva a ninguna parte. La felicidad “es para ser compartida”, o podríamos decir, sólo se da en el compartir.
Así que la propuesta es cantar, reflexionar y rezar la canción Society este sentido. Dejar a Dios que resuene haciendo nuestro el malestar que declara. Pero entender esta retirada de la sociedad en un sentido más amplio. Atrevernos a salir de las dinámicas y estructuras que no reflejan lo que creemos y ni lo que queremos ser, intentar por todos los medios salir del consumismo y de la competencia, de la avaricia e individualismo. En este sentido – y no otro – “me voy” de la sociedad. Porque luchando por retirarme de esta manera logro insertarme de una manera radicalmente nueva, y así, consciente de los riesgos, me la juego por entrar junto con Cristo en esta sociedad, por llegar hasta su médula con el Evangelio y su infinita novedad.
En medio de este entramado nos encontramos con Society, canción que evoca amplitud y horizontes abiertos, y que explicita a la vez una de las cuestiones centrales de la película: el mundo está atrapado en el consumo y no tiene vuelta atrás, por lo que es necesario retirarse, escapar de la sociedad y buscar una vida verdadera lejos de la vorágine actual que se nos impone.
La canción plantea una crítica al cómo se vive en nuestros días . La sociedad es aquí el tema. “Es un misterio para mí - comienza diciendo, tenemos una codicia, con la que hemos acordado, crees que tienes que tener más de lo que necesitas, y hasta que no lo tengas todo no serás libre”. Creo que su diagnóstico es bastante acertado.
Es que uno percibe con bastante nitidez esa ilusión del “tener” instalada en la sociedad, como si fuera allí donde se diera la libertad, donde mágicamente aparece la vida buena. Hay latente un deseo de poseer que no se acaba, que se extiende como espiral sin fin. Es realmente un misterio también la pasividad complaciente con que enfrentamos realidad. Obedecemos medio embobados lo que dictan los centros comerciales y sus ofertas, el nuevo modelo de zapatillas o el último Ipod. Podemos también acusar la sociedad de otros pecados, ponerle otros ingredientes que nos sean más cercanos. El ritmo frenético de ciudades sobrepobladas, la contaminación que se hace a veces insufrible, la indiferencia y odiosidad con que unos viven al lado de otros, la explotación y la desigualdad de tantos que viven marginados. En todo caso, la canción se centra en el consumo. Y ese es el acento con el que me quiero quedar por ahora.
Podríamos decir ahora, "hasta aquí vamos bien con el diagnóstico", aun cuando es claro que la realidad que describe la canción no toma en cuenta todo lo bueno que hay en el mundo.
Pero vamos parcialmente bien, porque resulta que ahora el amigo Vedder (o podríamos decir el amigo Alex Supertramp, protagonista de la película), ha decidido irse: “sociedad, ojalá no te sientas sola sin mí … cuando uno tiene más de lo que cree, necesita más espacio”. Este mundito no tiene vuelta. Si cada uno se rasca con sus uñas por tener más, yo me voy con las mías a encontrar mi propio lugar de paz. Pero no existe la paz sin el amor, y no hay amor sin otros con los cuales compartir y caminar, no hay capacidad de trascender y de llenar de sentido la vida volviendo la espalda al dolor humano. De acuerdo, ¡tenemos mucho más de lo que creemos!, pero el espacio para ello necesita ser hecho primeramente en el propio corazón.
Así es que nos sumamos al “descontento” de la canción. Pero ese descontento no puede redundar en una huida. No sólo nos hace bien, sino que es necesario mirar críticamente la realidad. Sin embargo, el descubrir un mundo al que se le escapa el amor no puede nunca entenderse como un llamado al autoexilio. El ejercicio del amor, fundamento de la vida cristiana, se hace de cara a la realidad. Un cristiano que acepta pasivamente la realidad no ha comprendido el llamado que el Señor nos hace a ser sal y fermento. No podemos tragarnos simplemente la sociedad como viene dada. Aprender a transformarla, saber qué es lo que quiero, qué elijo yo, y no dejar que las estructuras decidan por mí. Estamos llamados a hacer presente a Dios en nuestro mundo y nuestro lugar para hacerlo es Cristo. El desafío es construir una sociedad que es primeramente misericordia y no castigo, amistad y no individualismo, solidaridad y no competencia, perdón y no rencor. La película, en todo caso, llega a una conclusión similar. La búsqueda solitaria no lleva a ninguna parte. La felicidad “es para ser compartida”, o podríamos decir, sólo se da en el compartir.
Así que la propuesta es cantar, reflexionar y rezar la canción Society este sentido. Dejar a Dios que resuene haciendo nuestro el malestar que declara. Pero entender esta retirada de la sociedad en un sentido más amplio. Atrevernos a salir de las dinámicas y estructuras que no reflejan lo que creemos y ni lo que queremos ser, intentar por todos los medios salir del consumismo y de la competencia, de la avaricia e individualismo. En este sentido – y no otro – “me voy” de la sociedad. Porque luchando por retirarme de esta manera logro insertarme de una manera radicalmente nueva, y así, consciente de los riesgos, me la juego por entrar junto con Cristo en esta sociedad, por llegar hasta su médula con el Evangelio y su infinita novedad.
SOCIETY
We have a greed with which we have agreed And you think you have to want more than you need Until you have it all you won't be free. Society, you're a crazy breed Hope you're not lonely without me... When you want more than you have You think you need... And when you think more than you want Your thoughts begin to bleed I think I need to find a bigger place Because when you have more than you think You need more space. Society, you're a crazy breed Hope you're not lonely without me... Society, crazy indeed Hope you're not lonely without me... There's those thinking, more-or-less, less is more But if less is more, how you keeping score? Means for every point you make, your level drops Kinda like you're starting from the top You can't do that... Society, you're a crazy breed Hope you're not lonely without me... Society, crazy indeed Hope you're not lonely without me... Society, have mercy on me Hope you're not angry if I disagree... Society, crazy indeed Hope you're not lonely without me... | Es un misterio para mí Tenemos una codicia con la que hemos acordado Y crees que tienes que tener más de lo que necesitas Hasta que no lo tengas todo no serás libre. Sociedad, eres una loca especie Espero que no estés sola sin mí… Cuando quieres más de lo que tienes Crees que necesitas… Y cuando piensas más de lo que quieres Tus pensamientos empiezan a sangrar Creo que necesito encontrar un lugar más grande Porque cuando tienes más de lo que crees Necesitas más espacio. Sociedad, eres una loca especie Espero que no estés sola sin mí… Sociedad, loca realmente Espero que no estés sola sin mí… Hay quienes piensan, más o menos, que menos es más Pero si menos es más, ¿cómo sigues anotando? Significa que por cada punto que hagas, tu nivel baja Como si estuvieras empezando desde arriba No puedes hacer eso… Sociedad, eres una loca especie Espero que no estés sola sin mí… Sociedad, loca efectivamente Espero que no estés sola sin mí… Sociedad, ten misericordia de mí Espero que no estés molesta si no estoy de acuerdo… Sociedad, loca efectivamente Espero que no estés sola sin mí… |
absolutamente de acuerdo contigo Gonzalo
ReplyDeleteun fuerte abrazo, saludos
Que estes bien